Imagínate delante de ti a tu madre y le recitas en voz alta las siguientes frases. Luego lo mismo con tu padre.

No olvides realizar respiraciones profundas al finalizar y cuando así lo sientas, para integrar y dar espacio a las nuevas sensaciones.

Repite las frases las veces que hagan falta, hasta que sientas que son verdad en tu corazón. Cuando termines, puedes tumbarte para recogerte durante un ratito.

FRASES PARA NUESTRA MADRE

Querida mamá:

Tomo de ti la vida, toda, entera.

Con lo bueno y con lo malo,

y la tomo al precio entero que a ti te costó

y a mi me cuesta.

La aprovecharé para alegría tuya.

No habrá sido en vano.

La sujeto firmemente y le doy la honra,

y, si puedo, la pasaré como tú hiciste.

Te tomo como mi madre,

y tú puedes tenerme como tu hij@.

Tú eres la verdadera para mi,

y yo soy tu verdadero hij@.

Tú eres la grande,

yo el/la pequeñ@.

Tú das, yo tomo.

Querida mamá:

Me alegro de que hayas elegido a papá.

Vosotros dos sois los únicos para mi...

¡Sólo vosotros!

FRASES PARA NUESTRO PADRE:

Querido papá:

Tomo de ti la vida, toda, entera.

Con lo bueno y con lo malo,

y la tomo al precio entero que a ti te costó

y a mi me cuesta.

La aprovecharé para alegría tuya.

No habrá sido en vano.

La sujeto firmemente y le doy la honra,

y, si puedo, la pasaré como tú hiciste.

Te tomo como mi padre,

y tú puedes tenerme como tu hij@.

Tú eres el verdadero para mi,

y yo soy tu verdadero hij@.

Tú eres el grande,

yo el/la pequeñ@.

Tú das, yo tomo.

Querido papá:

Me alegro de que hayas elegido a mamá.

Vosotros dos sois los únicos para mi...

¡Sólo vosotros!

Bert Hellinger