Un don es algo que haces de forma natural. Te sale solo, sin esfuerzo y además te hace feliz o te nutres con él.

A veces aquellas cosas que hacemos de forma fácil, nos parecen tan sencillas que les quitamos valor precisamente por eso, porque nos resultan fáciles. 

A veces también podemos sucumbir en el error de que todo el mundo sabe hacer eso que tú haces sin apenas esfuerzo, y podemos incomodar o infravalorar a los demás por algo que traemos de forma natural. 

Algunos dones pueden ser: cantar, escribir, cocinar, dibujar, acompañar a los demás en su dolor, liderar grupos, comunicarse con los demás...

La mayoría de los dones que poseemos provienen de otras vidas y posiblemente de algún ancestro familiar que también lo tenía (aunque no haya visto la luz). 

Los dones podemos desarrollarlos o no. Depende de múltiples factores que podamos hacer crecer ese don, no sólo de la fuerza de voluntad. Algunos factores tales como:

- Si tenemos el permiso interno para desarrollarlo, expandirlo y compartirlo. A veces este don ha causado malestar en nuestro sistema familiar, e interiormente no podemos desarrollarlo en su plenitud por seguir esta fidelidad a nuestra familia. 

- Situaciones que hemos vivido dolorosas tanto en esta como en otras vidas con respecto a nuestro don, pueden hacer que sintamos miedo, vergüenza o falta de fuerza para poder darle luz. 

Los principales pasos a seguir para vivir en y de nuestro don, según mi experiencia personal y profesional, son los siguientes: 

1. Reconocimiento. Si no reconocemos en su plenitud el don que poseemos, es difícil que podamos hacer algo con él. 

2. Permiso. Necesitamos el permiso interno para ser libres de desarrollarlo o no. 

3. Sanar las memorias inconscientes de dolor que trae el don en nuestra vida. Vergüenza, miedo, falta de fuerza... Todo ello necesita ser mirado y trabajado en uno mismo para que podamos disfrutarlo.

4. Estabilizar los pensamientos y las emociones para que el don pueda ver la luz. 

5. Practicar con nuestro don para desarrollarlo. 

6. Expandirlo para que podamos ser la mejor versión de nosotros mismos.

7. Compartirlo con el mundo, que en realidad es el motivo por el cual tienes este don natural. Para que los demás podamos también disfrutar de él. 

Deseo con todo mi corazón que puedas desarrollar, expandir y compartir tu don con la vida y el mundo.

Sandra Gamero 

Experta en el don personal

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