La mujer demasiado
octubre 30, 2020Ahí está ella. . . La mujer "demasiado".
La que ama demasiado, siente demasiado profundamente, pregunta demasiado a menudo, desea demasiado.
Allí está ocupando demasiado espacio, con su risa, con sus curvas, con su honestidad, con su sexualidad.
Su presencia es tan alta como un árbol, tan ancha como una montaña. Su energía ocupa todas las grietas de la habitación. Demasiado espacio es el que ella toma.
Allí está ella causando un alboroto con su persistente deseo, demasiado deseo.
Ella desea mucho, quiere todo: demasiada felicidad, demasiado tiempo a solas, demasiado placer.
Ella atravesará el azufre, el río turbio y el fuego del infierno para conseguirlo.
Arriesgará todo para sofocar los anhelos de su corazón y cuerpo. Esto la hace peligrosa.
Ella es peligrosa.
Y ahí va, esa mujer "demasiado", que hace que la gente piense demasiado, se sienta demasiado, se desmaye demasiado.
Ella con su prosa auténtica y una seguridad en sí misma en la forma en que se porta. Ella con su vientre que se ríe y su insaciable apetito y su inclinación hacia la pasión ardiente. Todos los ojos en ella, pensando que es una chingona.
Oh, esa mujer "demasiado". . . demasiado ruidosa, demasiado vibrante, demasiado honesta, demasiado emocional, demasiado inteligente, demasiado intensa, demasiado difícil, demasiado sensible, demasiado salvaje, demasiado intimidante, demasiado exitosa, demasiado gorda, demasiado fuerte, demasiado política, demasiado alegre, demasiado necesitada... demasiado.
Ella debería calmarse un poco, bajarle un poco a su intensidad
Alguien debería ponerla de regreso en un lugar más respetable.
Alguien debería decirle.
Aquí estoy. . . La Mujer Demasiado, con mi corazón demasiado tierno y mis emociones demasiadas.
Hedonista, feminista, buscadora de placer, empática.
Quiero mucho: mucha justicia, mucha sinceridad, mucho espacio amplio, mucha tranquilidad, mucha intimidad, mucha actualización, mucho respeto, ser vista, ser entendida, tu atención indivisa y que todas que todas tus promesas se cumplan.
Me llamaron mujer de alto mantenimiento porque quiero lo que quiero e intimidante por el espacio que ocupo.
Me han llamado egoísta porque soy amorosa. Me han llamado bruja porque sé cómo curarme.
Y aún así. . . Me levanto. Aún así, quiero y siento y pregunto y arriesgo y ocupo espacio.
Debo hacerlo.
Nosotras las Mujeres Demasiado hemos estado enfrentándonos al exterminio durante siglos; le tenemos mucho miedo, de ella nos aterroriza su gran presencia, a la forma en que la Mujer Demasiado impone respeto y ejerce la verdad de sus sentimientos. Hemos estado tratando de sofocar a la Mujer Demasiado por iones—en nuestras hermanas, en nuestras esposas, en nuestras hijas. E incluso ahora, incluso hoy, avergonzamos a la Mujer Demasiado por su grandeza, por su deseo, por su naturaleza apasionada.
Y aún así. . . ella prospera.
En mi propio mundo y ante mis propios ojos, estoy presenciando la recuperación y el ascenso de la Mujer Demasiado. Esa Mujer Demasiado también es conocida por algunos como Mujer Salvaje o Divina Femenina. En cualquier caso, ella es yo, ella eres tú, y le encanta finalmente tener la oportunidad de salir a por un poco de aire.
Si alguna vez te han llamado "demasiado" o "demasiado emocional", o "malhumorada" o "engreída", es probable que seas una Mujer Demasiado.
Y si lo eres. . . Te imploro que aceptes todo lo que eres, toda tu profundidad, toda tu inmensidad; para no retenerte, y nunca abandonarte a ti misma, a tu grandeza, a tu resplandor.
Olvida todo lo que has escuchado, tu Mujer Demasiado es un regalo; oh sí, uno que puede sanar, incitar, liberar y llegar directamente al corazón de las cosas.
No tengas miedo de este regalo, y no permitas que nadie te aleje de él. Tu exceso es magia, es medicina. Puede cambiar el mundo.
Así que por favor, Mujer Demasiado: pregunta. Busca. Desea. Expándete. Muévete. Siente. Sé.
Haz tus olas, aviva tus llamas, da escalofrío.
Ev'yan Whitney
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