Encontrar nuestra vocación es el éxito
junio 02, 2021Estamos en un mundo invasivo donde el que no ha estudiado fotografía se dedica a ser fotógrafo.
El que no tiene experiencia en hostelería y viene de la automoción se le ocurre abrir un restaurante.
Y la persona que no ha hecho ningún proceso terapéutico personal y que ha estudiado un curso de coaching se dedica a "aconsejar" a otros sobre emociones y hacer terapias de grupo.
Estamos jugando mayormente con la salud.
Con la salud emocional sobre todo.
Y ¿qué ocurre con todo esto: con la invasión y la intrusión?
Pues que seguimos sintiéndonos solos. Cuando no hay un poso de experiencia personal y profesional detrás de un profesional, es difícil ayudar a otros. Y la persona se sigue sintiendo sola.
Que pensamos que con la ley del mínimo esfuerzo podemos llegar a donde queramos. A veces el camino rápido no es el más acertado.
Que podemos hacer daño a otros aunque sea con buena intención pero por falta de responsabilidad personal. Necesitamos ser conscientes de lo importante que es supervisarnos a nivel personal y profesional.
Que nos mentimos, y no somos honestos con nosotros y, por tanto, tampoco con los demás. A veces me he encontrado personas que dicen ser una cosa y luego no es verdad. La honestidad es el punto de partida de una relación fructífera.
Que pensamos que el éxito es que el mundo nos vea o recibir 5000 "Me gusta", pero seguimos prestando poca atención a lo verdaderamente importante. Y lo importante es el bienestar del profesional y del cliente.
Que construir algo con falta de honestidad y sin estar preparado al final el castillo se cae. Es importante construir una base con buenas raíces para mantenernos en el tiempo al servicio de la comunidad.
Que al final lo que pensábamos que nos haría felices, nos damos cuenta que no es así. Persiguiendo la felicidad o tener muchos seguidores en redes sociales, son sólo sucedáneos de lo verdaderamente importante.
Que nos falta introspección. Autoindagación y autoconocimiento, que sólo te lo da el mirar hacia dentro.
Que tenemos poca tolerancia a la frustración y no sabemos gestionarla para que nos dé impulso. A veces tiramos la toalla cuando el camino se torna difícil, lo cual hay que plantearse si realmente donde estamos es la vocación de un@ mism@.
Y, sobre todo, hace falta más vocación.
La vocación no tiene nada que ver con el dinero.
La vocación es una pasión.
Es convertirte en esa vocación vayas donde vayas y estés con quien estés.
Es cansarte, a veces tener ganas de tirar la toalla y la vocación te empuja para que sigas en y con ella.
La vocación, a pesar de los malos y duros momentos, te hace el corazón más blandito, más amoroso, más feliz.
Y lo que más interesa: ayudamos a otros a que sean más felices.
Desde nuestra vocación, nuestra experiencia y nuestra honestidad.
Sandra Gamero
Terapeuta Gestalt & Consteladora familiar
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